La pintura en polvo vio la luz en la década de los 60: se trata de una mezcla homogénea de cargas minerales, pigmentos y resinas de forma sólida, en forma de partículas finas. En los últimos años, ha tenido un crecimiento constante en el mercado debido a que ofrece una enorme cantidad de aplicaciones en piezas metálicas. A diferencia de las pinturas tradicionales líquidas, evita la formación de burbujas en la superficie y escurrimientos, ofreciendo un acabado más uniforme.
Sin embargo, su relevancia en el cuidado del medio ambiente y los múltiples esfuerzos para disminuir las emisiones de gases y productos contaminantes han hecho que las industrias busquen que sus diversos procesos se tornen cada vez más ecológico. Convirtiendo a la pintura en polvo en una de las mejores opciones en el recubrimiento industrial.
¿Qué es la pintura electroestática y por qué es considerada ecoamigable?
La pintura electroestática es un recubrimiento en polvo: una mezcla homogénea de cargas minerales, pigmentos y resinas de forma sólida que es una buena alternativa para piezas metálicas. Permite un ahorro de hasta un 97% al momento de aplicarse, lo cual la hace reciclable. La pintura en polvo se puede formular para satisfacer una amplia variedad de apariencias y características según su función. Esto incluye el espesor de la película, el brillo, la textura, el color y la calidad del recubrimiento, como dureza, resistencia química y resistencia a los rayos ultravioleta.
Las propiedades del recubrimiento dependen de sus componentes, principalmente del vehículo (resina-endurecedor). Cada tipo de pintura es utilizado en la industria para diferentes aplicaciones. En estas se deben considerar factores como la corrosión, la exposición al sol y la resistencia al impacto, entre otros.
Beneficios de la pintura en polvo:
Entre sus beneficios se encuentran la eficiencia de aplicación, ausencia de VOC (compuestos orgánicos volátiles), resistencia físico-química superior frente a impactos, rayones, dobleces y agentes químicos. Además, permite un reciclaje mayor al 97% de la pintura no aplicada a la pieza, de acuerdo con la eficiencia del sistema de aplicación utilizado. Presenta menor riesgo para la salud de las personas que aplican la pintura en comparación con productos que contienen solventes.
Aplicación de la pintura en polvo:
Este recubrimiento se aplica con una pistola electrostática que mezcla aire con las partículas cargándolas eléctricamente para adherirse a la superficie a ser pintada, que se encuentra aterrizada. Posteriormente, son calentadas en un horno donde, al curarse, dan como resultado un recubrimiento uniforme, de alta calidad, atractivo y duradero. La pintura ya licuada fluye sobre la superficie formando una capa uniforme en la pieza y se solidifica en un acabado firme, resistente a rayones, agrietamiento, rayos ultravioleta y oxidación.
Métodos de aplicación:
Existen diversas formas de aplicar la pintura en polvo, como el lecho fluidizado, la aplicación triboeléctrica y la aplicación electrostática. Cada método tiene sus ventajas y se elige según las características específicas del trabajo a realizar.
Conclusión y compromiso ambiental:
La pintura en polvo, conocida también como pintura electrostática, representa una solución avanzada en términos de recubrimiento industrial. Su bajo impacto ambiental y su eficacia en la protección de superficies metálicas la convierten en una opción preferida para industrias comprometidas con la sostenibilidad. En CCIMA Señalizaciones, estamos comprometidos con prácticas responsables que incluyen el uso adecuado y sostenible de la pintura en polvo en nuestros procesos.
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