A continuación, explicaremos en qué consiste y qué involucra cada proceso, y luego, analizaremos las ventajas comparativas, basándonos em los factores principales de su uso: durabilidad, costo, calidad, aplicación y seguridad.
Los recubrimientos en polvo se basan en sistemas de resinas poliméricas, pigmentos y otros aditivos que se muelen en polvo. La pintura en polvo electrostático se aplica mediante un material en polvo fino, seco y de flujo libre a un sustrato metálico, luego, se hornea para formar un recubrimiento duradero y decorativo. Existe una serie de recubrimientos en polvo dependiendo de si está hecho de acrílicos, poliuretano, poliéster, poliéster-epoxi o epoxi puro.
El recubrimiento en polvo puede ser un polímero termoplástico o termoestable. El termo endurecible utiliza productos químicos que reaccionan al polvo cuando se calienta, mientras que, los termoplásticos se funden y fijan en el recubrimiento al calentarse.
Durante la etapa de aplicación, el recubrimiento en polvo se transforma y un proceso electrostático hace que el polvo se adhiera a la superficie. En ese momento, los gránulos de polvo y la superficie se cargan conjuntamente con voltios de energía electrostática. El calentamiento del recubrimiento en polvo debe realizarse en un horno durante 10 minutos a una temperatura alta de aproximadamente 400 grados Fahrenheit. Esto derrite el polvo, lo que le permite envolver el objeto, al mismo tiempo que une el polímero en un acabado de polímero similar a una red.
Por su parte, el recubrimiento de pintura líquida electrostática es el proceso en el que la pintura se rocía desde una pistola a una superficie mediante la acción de un campo eléctrico. Es un proceso muy parecido al de una pintura en aerosol, aplicar pintura líquida por electrostática es un proceso triple: Primero, se debe aplicar un primer; luego, el color base; y finalmente, se aplica un esmalte a la pieza. En la mayoría de los casos, las piezas se secan al aire. Dependiendo de las pinturas utilizadas, el tiempo de secado puede oscilar entre 1 y 24 horas.
Durabilidad
Cuando nos referimos a la durabilidad, debemos tener en cuenta que las condiciones a las que se enfrentarían las piezas revestidas pueden ser bastante diversas. Algunos productos están destinados a trabajos pesados; otros a estar expuestos a las condiciones climáticas; otros a la salinidad marina, por ejemplo. Otros productos están destinados al uso en interiores, como electrodomésticos en el hogar, o son simplemente piezas internas de otros productos. Esas piezas van a tener menos desgaste y se estima que la durabilidad será mayor. Los especialistas afirman que tanto las piezas con pintura en polvo como con pintura líquida pueden durar en buen estado un promedio de 10 años. El mantenimiento es muy similar en ambos procesos. Lo que se necesita es mantener la pieza o producto limpio y libre de agentes contaminantes, como aceites y salitre. Por tanto, ambos procesos funcionan bien cuanto a durabilidad.
Calidad
Cuando se habla de calidad, se piensa en el acabado final. En este sentido, ambos procesos pueden tener un aspecto atractivo excepcional. Pero para lograr eso cada uno de ellos tiene obstáculos que superar. En el caso de pintura en polvo, las piezas a pintar deben limpiarse cuidadosamente de partículas de polvo, aceites y otros contaminantes. Si las piezas no se limpian adecuadamente, se mostrarán algunos defectos después del horneado. No es posible retocar. A las piezas afectadas se les debe quitar la pintura y deben ser limpiadas nuevamente para volver a hacer el proceso de pintura.
En cuanto a la pintura líquida electrostática, existe el peligro de que las piezas se rocíen en exceso y tengan algunas gotas alrededor de la superficie. Esto depende mucho de la experiencia del operador y de la calidad del equipo. En cualquier caso, los retoques son posibles, por lo que el tiempo necesario para corregir cualquier error en la producción es bajo.
Aplicación
Como hemos visto, el proceso electrostático es sencillo de realizar, sin importar si van a utilizar pintura en polvo o pintura líquida. Sin embargo, en algunos casos, el recubrimiento en polvo no es posible en absoluto. Dado que para el recubrimiento en polvo se requiere un horno, este proceso solo se puede aplicar a las piezas que se puedan transportar al local. Si la pieza debe recubrirse in situ, no hay forma de que se pueda aplicar recubrimiento en polvo. Otra cuestión en cuanto a aplicación del recubrimiento en polvo reside en la naturaleza del propio material. Las piezas a recubrir deben ser resistentes al calor.
Seguridad
Aunque la pintura líquida electrostática tiene muchas ventajas, es seguro decir que la pintura en polvo arroja menos compuestos orgánicos volátiles al medio ambiente. Es decir, es un proceso más amigable con el medio ambiente. Esto es posible porque casi no se encuentran toxinas o VOC en los polímeros en polvo. Además, al aplicarlo, el polvo no utilizado se puede recolectar y almacenar. Por ello, podemos afirmar que el recubrimiento en polvo electrostático es mejor para la ecología. Asimismo, hay que tener en cuenta que para la aplicación de ambos procesos los operarios deben estar debidamente cubiertos con un traje de seguridad y se deben realizar algunos procedimientos de seguridad para prevenir descargas eléctricas.
Con los expuesto anteriormente, podemos tener una idea más amplia de qué proceso es el adecuado para su aplicación y la forma en que se adecua a su proyecto personal. CCIMA Señalizaciones está comprometido a trabajar de forma responsable.
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